Raúl Echeberría es Consultor especialista en Gobernanza de Internet y Políticas Internacionales de Internet. Se desempeñó como miembro de la Junta Directiva de Internet Society y hasta el año 2014 ejerció como de CEO de LACNIC, el Registro de Direcciones de Internet de América Latina y Caribe.
-Con más de 20 años de experiencia en el ámbito de Internet, fuiste partícipe del crecimiento de la red en Uruguay y en la región de América Latina y el Caribe y de la formalización de instituciones como ICANN, LACNIC y LACTLD, entre otras. ¿Cómo se dio todo este proceso?
- Cuando empecé a trabajar en Internet ya había gente trabajando en esto, lo que llamo “la primera generación”. Yo me considero un pionero de segunda generación. La comunidad de la región aprovechaba eventos internacionales para conocerse, para interactuar. En 1996 fui becado en un workshop de ISOC y empecé a vincularme más intensamente. Formamos un grupo de latinos que llamamos OndaLat, pero luego descubrimos que ya había un grupo sólido funcionando que se llamaba Enredo. Ambos grupos se fusionaron principalmente por la necesidad de masa crítica para conectar sus países a Internet. Era justo un momento de explosión. Las ambiciones de crecimiento de Internet no eran muy grandes en aquel entonces. El objetivo era “vamos a conectarnos a Internet, conectar a las otras universidades”. Luego empezaron a surgir otras cuestiones como el comercio electrónico, la propiedad intelectual, la creación de ICANN, y esta comunidad ENRED empezó a ser un referente desde el ámbito de Internet en todas esos temas. Haber estado en determinado momento y lugar convirtió a esa comunidad en referentes de todo. Si queríamos llevar una voz latinoamericana a ciertos debates teníamos que tomar las oportunidades, lo cual, era un desafío. Fue un crecimiento muy rápido y naturalmente se empezaron a generar segmentos en base a todo tipo de intereses, y comenzaron a germinar grupos que luego dieron lugar a la creación de distintas organizaciones reconocidas. En la década de los 90, se formalizó ENRED como la cristalización del Foro Latinoamericano de Redes. Las redes académicas también empezaron a tener sus proyectos en común. Se inició el proyecto de LACNIC y los ccTLDs comenzaron a organizarse entre sí. Es un poco el concepto del trabajo de la Gobernanza de Internet, antes de que se llamara así.
-Desde una mirada retrospectiva, ¿qué análisis podés hacer del trabajo realizado por el Ecosistema de Internet a lo largo de todos estos años?
- Considero que se realizó un trabajo excelente. Ese grupo de pioneros de primera generación y tal vez algunos de los que venimos después imprimimos algunas características culturales en esta comunidad de Internet regional que fueron claves para el éxito. Se tomaron estas iniciativas como emprendimientos para el beneficio de la región y siempre como experiencia colectiva, y así, de esas comunidades fueron surgiendo otras iniciativas. Podría decirse que esa cultura se expandió. Cuando surgió LACNIC teníamos claro que era un instrumento. Veíamos una gran oportunidad de construir una organización que fuera sustentable y un catalizador para el desarrollo de la región. Eso, para nosotros, estaba desde el inicio en nuestros genes. Algunas organizaciones de Internet que al principio tenían una mera función de coordinación técnica, de a poco fueron abriéndose y con el tiempo tuvieron un rol más activo con las áreas de desarrollo o de creación de capacidades. En el caso de LACNIC, puedo decir que no tuvo que hacer ese proceso debido a que esas características ya estaban presentes desde el origen.
-¿En qué momento comienza a tener su lugar la Gobernanza de Internet como tal?
- En la Cumbre de la Sociedad de la Información, en el 2003, comenzó a acunarse la expresión de Gobernanza de Internet. Algunos gobiernos cuestionaban la manera en que se gobernaban ciertas funciones de Internet, pero muchos de los representantes gubernamentales no estaban preparados para tener esta discusión porque desconocían o no entendían los temas. Desgraciadamente, los que representábamos a las comunidades de Internet no teníamos permiso para entrar a la sala de la Cumbre y no existían las redes sociales. Era difícil saber lo que pasaba adentro. La situación era contradictoria ya que se discutían cuestiones relacionadas a nuestro trabajo y nosotros no teníamos participación. Ahí surgió una solución a la falta de consenso. Se propuso como salida definir algunas cuestiones básicas sobre la Gobernanza de Internet y crear un grupo de trabajo multistakeholder que trataría de desarrollar un entendimiento común sobre el tema hacia la Cumbre de 2005. Eso luego se llamó el Grupo de Trabajo de Gobernanza de Internet (WGIG por sus siglas en inglés). Se consagraron ciertos principios de democracia, participación y apertura en los documentos de 2003. Luego visualizamos que en realidad la Gobernanza de Internet era mucho más que la administración de dominios, direcciones IP y root servers, y nos pusimos de acuerdo en eso. Los principios acordados nos permitieron reclamar como comunidad nuestra participación en todos los debates, en temas que iban más allá de los que inicialmente eran objeto de discusión. Los que veníamos de la comunidad de Internet salimos ganando en el sentido que pudimos promover la visión del trabajo multipartito, abierto y transparente. Tuve la oportunidad de participar en el Grupo de Trabajo de Gobernanza de Internet. Éramos pocos latinoamericanos, y ahí pude comprobar de primera mano que las confusiones conceptuales sobre los temas que había por parte de varios actores, y específicamente de parte de varios gobiernos, eran enormes y nosotros ayudamos mucho a traer claridad a la discusión. A partir del trabajo grupal logramos llegar a 2005 con otro nivel de conocimiento de los temas y mucho más preparados para los debates.
"A mí me parece que hay que dejar de ver a los modelos multistakeholder como el fin. El fin no es el IGF, el IGF es el medio."
-¿Es momento de plantear nuevas alternativas para debatir los temas vinculados a la Gobernanza de Internet?
- Me parece que hay mucho trabajo para hacer. Estuve durante ocho años en el grupo asesor del Foro de Gobernanza de Internet - de alcance global - y creo que ha avanzado muchísimo con la creación de foros nacionales y regionales. Pero necesitamos darle una vuelta de tuerca más para que realmente sea un lugar relevante y que todos los actores entiendan que este es el lugar para difundir los temas importantes. Siempre hago esta analogía: Si yo tengo un negocio de venta de café, y las estadísticas dicen que el consumo de café está creciendo, pero yo no estoy capturando esa demanda, es porque no estoy haciendo las cosas bien. Algo parecido está pasando en el IGF. Crece permanentemente la demanda por parte de gobiernos y de otros actores de debates importantes sobre temas cruciales: el impacto de la economía digital en las economías locales, the future of Jobs, protección de datos personales, ciberseguridad, cyberweapons, cyberwar, etc., hay un menú de cosas que todo el mundo está queriendo saber. Si bien tenemos el IGF para discutir estas cuestiones, hay otros foros que están creciendo más como Rights Con. Hay otras necesidades por parte del sector público y privado. Entonces si el IGF no les está dando lo que ellos necesitan, van a priorizar otras instancias: la Reunión Ministerial del Mobile World Conference o las reuniones de la UIT, entre otras. Hay muchísimas iniciativas donde el sector privado y los gobiernos tienen otras oportunidades de interactuar. Para nosotros otros foros no serán tan amigables como el IGF ya que invertimos muchos años en aprender a trabajar en ese entorno. Si ahora tenemos que movernos a espacios diferentes para participar de discusiones relevantes no solamente vamos a tener que empezar a trabajar de vuelta para conseguir los espacios necesarios sino que además tendremos que generar nuevas capacidades sobre cómo movernos. Solo el hecho de cambiar las reuniones de un lugar geográfico a otro genera la necesidad de nuevos aprendizajes. Si además pensamos en que las discusiones van para otros lados, no solamente un cambio de ciudad, sino un cambio de foro, de organizaciones o la creación de nuevos ambientes, entonces eso tendrá un costo muy grande sin un retorno seguro. Hay que fortalecer el IGF, permitir que madure y evolucione. Algunas organizaciones han quedado demasiado comprometidas con algunas de las características iniciales del IGF y eso es un obstáculo para la evolución. Hay que hacer más. Por ejemplo, pensar en la producción de resultados que reflejen de la mejor manera los productos de los debates, en forma de opciones políticas. Esto no implica que tenemos que ponernos de acuerdo, pero sí podemos reflejar cuáles son las distintas visiones, cuáles son las áreas comunes de entendimiento y las discrepancias más grandes. Eso sería valioso y hacen falta recursos para que llegue a todo el mundo.
-Pensando en el modelo de múltiples partes interesadas ¿Qué se te ocurre que debería pensarse a futuro para recrearlo?
- A mí me parece que hay que dejar de ver a los modelos multistakeholder como el fin. El fin no es el IGF, el IGF es el medio. A veces parece que ponemos toda la energía en la organización del evento. Tenemos que ver a este tipo de modelos como instrumentos para resolver problemas concretos. Cuando hablamos de modelos multistakeholder a veces lo vemos como algo abstracto y nos faltan los “links” a los temas concretos, como “bajar a tierra”. Un ejemplo interesante es lo que ha hecho Internet Society en el tema Internet of things. Hay muchos países que están preocupados en temas de seguridad vinculados a Internet de las cosas, y ISOC ha ayudado a algunos de ellos a implementar modelos de múltiples partes interesadas para trabajar ese tema. No se trata de crear instituciones sino de armar procesos multistakeholder que están orientados a la búsqueda de aproximaciones a este tema específico. Es una de las vueltas que hay que dar. Hay que buscar temas concretos que requieran soluciones y aplicar el modelo. Si se hace un proceso multistakeholder sobre Future of Jobs seguramente los sindicatos van a querer estar. El Ministerio de Trabajo, los grandes empleadores, la academia, las escuelas técnicas, querrán participar también ya que son los que forman los recursos. Pero cuando se discute el tema de seguridad en Internet de las cosas probablemente los actores interesados sean otros. Me parece que si se trata de resolver problemas específicos, entonces se tendrán actores específicos que van a estar interesados en esos temas.