Entrevista a Carolina Aguerre, Directora Académica de la Diplomatura en Gobernanza de Internet

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Entrevista Carolina Aguerre
Marzo 2018

Es investigadora y profesora en la Universidad de San Andrés, donde también es miembro del consejo directivo del Centro de Tecnología y Sociedad (CETYS) y Directora Académica de la Diplomatura en Gobernanza de Internet (DiGI). Es Dra en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y posee una maestría en Comunicación, Cultura y Sociedad (Goldsmiths College, U. de Londres). Tiene experiencia en investigación y asesoramiento para diversos organismos sobre aspectos vinculados a la comunicación, y políticas y Gobernanza de Internet para el desarrollo. Fue Directora Ejecutiva de LACTLD y miembro del Grupo Asesor Multisectorial (MAG) del Foro de Gobernanza de Internet (IGF). Algunas de sus publicaciones más recientes se encuentran editadas por Wiley Blackwell (2012), MIT Press (2015) e Information and Culture (2017).

 

¿Cómo la tecnología transformó a tu trabajo y al área donde te desempeñás? 

Me interesé particularmente por las tecnologías de información y comunicación basadas en Internet (email, y buscadores) cuando estaba cursando mi carrera de grado en Comunicación. Tuve la suerte de poder contar con esos recursos a mediados de la década de 1990, cuando Internet y la web comenzaban a expandirse más allá de las fronteras del ámbito científico o de las grandes empresas. Como estudiante de comunicación veía un enorme futuro en este escenario que se abría y ya entonces un cambio disruptivo que iba a acontecer en la práctica de muchas de las profesiones vinculadas con la comunicación social, como el periodisimo, la comunicación institucional y la publicidad. Mi trabajo siempre ha estado vinculado con la tecnología, ya sea en el plano de los usos, como fue en mis primeros pasos como periodista freelance e investigadora, para después pasar a ser una variable de estudio en sí misma, y no sólo un medio para un fin. 

Las tecnologías de comunicación permiten hoy dinámicas de redes de colaboradores que se ven esporádicamente pero que interactuan cotidianemente que hubieran sido imposibles de imaginar como viables hace quince años. Casi todos los organismos que hoy trabajan en temas de gestión de recursos de Internet operan sobre estas bases de redes de personas distribuidas en el planeta. En términos de la carrera en la universidad, fueron los académicos quienes más necesitaban contar con tecnologías que les permitieran intercambiar con pares sus trabajos, compartir experiencias y desarrollar trabajos conjuntos. La academia hace décadas que toma a Internet y sus tecnologías asociadas como un hecho dado para las tareas de investigación. Pero aún hay mucho por seguir evaluando en términos del impacto que tiene la tecnología en la educación, y particularmente en la educación universitaria. El rol del docente como proveedor o transmisor de información ha cambiado profundamente con la disponibilidad de información existente en el entorno digital. 

Entendiendo a Internet como una construcción de múltiples partes interesadas, ¿creés que se encuentran aggiornados los planes de estudios de las carreras?

El concepto de múltiples partes interesadas ya tiene más de dos décadas de existencia y no es exclusivo del mundo de Internet, sino de los problemas complejos que atraviesan el mundo globalizado, entre los que se encuentran además los de la Gobernanza de Internet, los temas medioambientales y la seguridad internacional. En términos generales creo que existe poco conocimiento sobre qué implica un modelo de múltiples partes interesadas en cualquier carrera universitaria. Como ciudadanos, y no sólo como estudiantes universitarios, se deberían buscar espacios de formación que primeramente sensibilicen sobre la necesidad de trabajar sobre estos procesos, como ciudadanos globales.

¿Considerás que la elección de carreras por parte de la mujer está ligada a posibles estereotipos extendidos en la sociedad? ¿Qué nivel de participación tiene la mujer en campos vinculados a la tecnología?

Considero que la elección de una carrera universitaria está atravesada por diversos factores, entre los que se incluyen estereotipos, pero no sólo para el caso de las mujeres. Creo que es particularmente problemático para las mujeres, no sólo en Argentina sino como tendencia prácticamente global, que han bajado las tasas de matriculación en carreras tecnológicas y científicas y no están claras las razones de por qué ha ocurrido este fenómeno desde comienzos de los 2000. Hay muchísima evidencia de esta tendencia, que se da tanto en países desarrollados como en los más pobres, donde no sólo hay una relación muy inferior de mujeres en carreras vinculadas con ciencia, tecnología e ingenierías, sino también el problema que muy pocas de ellas ocupan cargos en empresas de tecnología y computación. Se ha llegado a tal punto en la balanza que algunas empresas en el rubro de TI (Tecnologías de la Información) han empezado a implementar cuotas de género para intentar revertir esta tendencia.

Desde tu experiencia, ¿cómo ves la cuestión de género en el ámbito laboral y académico? Si pudieras hacer un recorrido desde tus inicios a la actualidad, ¿notás cambios?

En mi experiencia en ambientes de políticas y Gobernanza de Internet hay participación femenina pero es aproximadamente un tercio en comparación con el número de hombres en estos espacios. Hay varios problemas que afrontar en ese ambiente en particular: a) la alta dedicación de viajes que implican estos cargos; y b) muchos de estos espacios son voluntarios y cuando una mujer tiene que priorizar el tiempo con su familia, el trabajo honorario, también muy honorífico y con grandes cuotas de poder, muchas veces queda relegado porque hay que cumplir con las tareas formales del trabajo remunerado más la doble jornada que se extiende en el hogar. En el ambiente académico, es difícil generalizar porque las distintas disciplinas y universidades tienen diversas lógicas, pero en términos generales se ven muchas menos mujeres ocupando roles de liderazgo en los departamentos, cátedras y universidades del país - y sí son el grueso del cuerpo administrativo y de soporte de esas mismas organizaciones. 

¿De qué manera sería posible captar el interés de la comunidad para que participe de los debates de Internet?

La comunidad es un concepto muy amplio y abstracto en momentos de masificación absoluta de Internet y las tecnologías de información y comunicación. Creo que es necesario que las personas tengan la capacidad de percibir por qué es importante que Internet mantenga características propias de su origen, como la apertura, la inteligencia distribuida, la innovación. Es primordial transmitir el mensaje, que estos principios no se den por sentado, de forma que las personas se involucren más en los espacios y procesos que dan forma a la Gobernanza de Internet.

¿Cuáles son los proyectos en los que estás trabajando?

Estoy terminando una investigación comparada sobre mecanismos regionales de foros de Gobernanza de Internet en la región, un estudio sobre una plataforma de tecnología cívica implementada en Uruguay y Costa Rica, y un trabajo sobre el derecho de acceso a Internet desde una perspectiva comparada global. Me interesa cada vez más entender los mecanismos de participación en proyectos vinculados con bienes públicos, como los datos abiertos, las tecnologías cívicas y también la Gobernanza de Internet.

¿Cuáles son los desafíos que hoy enfrenta la Gobernanza de Internet?

Creo que un desafío fundamental es que el propio concepto no quede desdibujado para aquellos que no están participando en estos espacios, pero sí están haciendo Gobernanza de Internet. Para mí el gran problema es que se la sigue pensando como un tema sobre nombres de dominio, direcciones IP, estándares, instituciones y discusiones de la Cumbre Mundial de la Sociedad de Información. Pero en la práctica, algunos de los grandes problemas de la Gobernanza son los modelos de negocios sobre Internet basados en los datos, los avances de la inteligencia artificial, los ataques y vulnerabilidades en las infraestructuras digitales, y los desequilibrios e incompatibilidades en derechos humanos y principios éticos, con muchas derivaciones dentro de cada uno de ellos. El asunto es que si no se encuadran o visualizan estos temas como propios de la Gobernanza de Internet, esto no es un problema menor de marketing, o de marca, ya que puede terminar por excluir a actores y posiciones sumamente relevantes de la discusión.